Diez canciones infinitas

Diez canciones infinitas. Roger Ycaza

Podría decirse que además de ilustrar libros para niños y de ilustrar toda clase de cosas, porque Roger Ycaza es un ilustrador nato que para mí ha diseñado un mundo propio, original, y ese mundo lo pone a disposición de un texto, también Ycaza es director de orquesta. Un director de orquesta que escribe historias diminutas que se expanden y amenazan con ser eternas. 

Tengo la hermosa tarea de comentar su último álbum, una recopilación de diez canciones que, en la medida de lo imposible, no se acaban nunca. Diez canciones infinitas es un libro, no vayan a confundirse, pero bien pudiera ser un álbum, como el Álbum Blanco, de los Beatles, o como cualquier otro álbum famoso, en camino a convertirse en un verdadero clásico de la música contemporánea. No digo música infantil porque aquí, me parece, no se trata de edad.

Panamericana Editorial ha publicado Diez canciones infinitas en tamaño álbum. Solo faltó que las páginas fueran circulares, como discos de acetato, lunáticos y giratorios. De esas páginas, que Roger Ycaza escribió y dibujó, sale una música interior, emociones muy profundas. Banda sonora disfrazada de libro disfrazado de postal. Cada una de sus páginas podría ser postal, adorno, tapiz en la pared, frente a la ventana.

Jacinta, Ciro, Clara, Amelia, Elías, Felicia, Flavio, Marta, Úrsula y Aureliano son los encargados de componer una sinfonía acústica donde el viento, la lluvia, el amor, la quietud, la tierra, los árboles, los animales, el cielo, el corazón, las cosas más simples y las más complejas, son en realidad los instrumentos, aquello de donde sale la música.

Me fijé, mientras leía, que a cada canción la antecedía una rama de otoño, seca, a la que le van brotando hojas a medida que transcurren las páginas. Otra metáfora de la esperanza, del tiempo bueno por venir. Paralelamente, Roger Ycaza nos acerca a las artes y al lenguaje, como formas de vida y formas de enfrentar la realidad. 

No puedo hablar aquí de ilustración ni de texto. Roger Ycaza y Panamericana Editorial han hecho una caja de música de colores, una cajita de resonancias coloridas, disponible para los cinco sentidos o para el único sentido que se tenga. No importa cuál sea el sentido, Diez canciones infinitas funciona como cápsula, vitamina prenatal o gommy Bear para niños incansables. Voy corriendo a leérselo a mi hijo, para que duerma y sueñe con magia.

Libro ganador del Premio Fundación Cuatrogatos 2021.
Legna Rodrí­guez Iglesias