Ojo avizor

Cuando la joven Eugenia desaparece en un baile de máscaras en el Madrid de 1835 su amiga Teresa hará lo imposible para encontrarla. Ambas pertenecen a familias acomodadas que han sido educadas según las convenciones de la época, pero no pueden ser más diferentes. Mientras a Eugenia le encantan las fiestas y los bailes donde le complace que los hombres se interesen por ella, Teresa no le encuentra sentido a estos juegos y prefiere quedarse en casa con sus libros. Como una mujer no puede permitirse ir de un sitio a otro sola y haciendo preguntas, Teresa se ve obligada a cortarse el pelo, disfrazarse de hombre y frecuentar lugares prohibidos para encontrar a su amiga lo antes posible.

Además, Teresa contará con la ayuda de su hermano Mateo y de Lucas, un amigo de este que no tardará en sentirse atraí­do por la joven. Muy pronto entrará en escena Mariano José de Larra, quien comparte con Teresa su frustración por un amor no correspondido y que deja a un lado sus prejuicios ante las mujeres para saber qué ha sido de Eugenia justo antes de quitarse la vida.

Un libro muy recomendable por la aventura, la intriga y el misterio que nos lleva a pasear por las calles de un Madrid romántico y en plena efervescencia de conflictos de todo tipo. Maravillosamente ambientada y con sutiles pinceladas sobre temas culturales y polí­ticos, sabremos un poco más sobre las limitaciones de ser mujer, las tertulias literarias en el Café del Prí­ncipe, qué opinión tení­an en aquel momento sobre la Constitución de 1812, los duelos de honor y el lujo que envolví­a el mundo de los toros. Una ciudad llena de historia que no hace más que esconderse tras una máscara donde aparenta vivir en una ostentación y desenfreno constante que no es más que caos, miedo y sobresalto. Todo es máscara, dice el tí­tulo, y no es casual. A lo largo de la historia nada es lo que parece y el final no es más que la suma de una serie de acontecimientos cuyo objetivo principal es la evolución de los personajes.