A lomos de caballo

A lomos de caballo. Daniel Piqueras Fisk

Tengo que decirlo sin ambages. Este es un libro delicioso. 

Primero, el tema. Una niña va con su familia a una excursión en el bosque, pero lo hace a regañadientes. En un puentecito donde se han sentado a descansar, una botella de agua cae al río por accidente, desencadenando una sucesión de pensamientos en la niña y su hermanito. Ambos ven alejarse la botella, flotando como un barquito, e imaginan que la corriente la arrastra hasta llegar al mar donde hay peces muy curiosos que… Y de repente, la idea de que uno de esos animalitos pueda quedar atrapado en ella, sin posibilidad de salir y volver con los suyos, desencadena una apoteósica y enloquecida carrera de la niña para intentar recuperar la botella e impedir una catástrofe… 

Toda esta aventura se narra a través de las ilustraciones, porque debo aclarar que son ellas y no el texto las que llevan la voz cantante. La secuencia, además, posee una gran dosis de humor que supera la angustia de los personajes. Ya sean animales o humanos, Daniel Piqueras Fisk los dota de una capacidad expresiva que no siempre encontramos en los libros ilustrados. En este caso, el desarrollo de la historia y las reacciones de cada personaje me trajeron a la memoria la obra del gran Quino. 

La aventura de A lomos de caballo contiene mucho más que la mera acción. En estos tiempos de preocupación por el medio ambiente, el tema de la protección de la naturaleza es abordado aquí con un argumento claro y preciso que, de inmediato, conecta con el lector, lanzándolo, junto a la protagonista, en pos de esa botella que no debe llegar al océano. 

Estoy segura de que, desde los niños hasta los abuelos, todos disfrutarán de esta historia gráfica con un refrescante aliento ecológico que, sin duda, dará mucho que pensar a los más pequeños. 
Daí­na Chaviano