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Silbo del dromedario que nunca muere
Gonzalo Moure
Santa Marta de Tormes, Salamanca, 2017.
Silbo del dromedario que nunca muere. Gonzalo Moure
Esta historia tiene como telón de fondo la vida de Kinti, un niño perteneciente a una tribu del desierto del Sahara, que cierto día descubre el esqueleto de un dromedario junto a un zurrón de cuero donde hay una honda para lanzar piedras, un Corán muy usado y un libro con palabras que no entiende. Será su abuelo el encargado de revelarle que las palabras de ese libro son poemas escritos en español; y es que el abuelo había aprendido algo de esa lengua en el pasado.
Esos dos libros ”primero el Corán, y luego los poemas en ese idioma desconocido que su abuelo le irá enseñando ” abren para el niño un horizonte improbable hasta entonces: el mundo de la poesía. Con un lápiz y un cuaderno en blanco que le regala un viajero al descubrir su interés, Kinti se aventura a experimentar con las palabras, pero antes comienza a observar cada objeto y criatura con nuevos ojos. Y así, mientras pastorea sus cabras, el muchacho va escribiendo sus primeros versos.
El destino final del joven, y del abandonado esqueleto de dromedario donde encontrara los libros, dará pie para muchas conjeturas e interpretaciones en el lector.
No puedo dejar de mencionar las bellísimas ilustraciones Juan Heraz y el significado adicional que aportan al texto de Gonzalo Moure, de por sí muy lírico. Altamente recomendable para niños y adolescentes, aunque no dudo de que lectores de mayor edad también lo disfruten.