La noche más noche

La noche más noche. Sergio Andricaí­n

Una estremecedora experiencia poética nos entrega Sergio Andricaí­n en su libro La noche más noche, publicado en México por Ediciones El Naranjo. Una estremecedora mirada humana nos ofrece Quim Torres a través de sus ilustraciones en este libro valiente y hondo que a golpe de belleza nos encara con el exilio, la soledad, la separación y la muerte.

Nos convertimos en el niño que narra, nos hacemos esa voz que susurra una tragedia que por desgracia se repite indefinidamente en muchas partes del mundo: huir en sigilio, escapar en busca de un mundo mejor, o que debe ser mejor, hurtarse de la injusticia en que derivan muchas sociedades, desafiar al mar o al desierto, arrancarse las raí­ces y dejar atrás recuerdos y orí­genes.

Cuánta tristeza y cuánta reflexión hay en las palabras de ese niño de Sergio Andricaí­n en que nos hemos convertido desde la primera lí­nea. Cuánta verdad y, aunque parezca imposible en la noche más noche que debe enfrentar, cuánta esperanza. Y en palabras e imágenes cuánta, pero cuánta poesí­a.

Solo ella, la poesí­a, puede llevarnos a cimas tan altas, metafí­sicas, esenciales, como los hechos que describe Sergio Andricaí­n y dibuja Quim Torres. Qué complejas sensaciones nos suscitan ambos creadores, cómo nos conmueven y nos prueban, cómo nos retan y consuelan, cómo nos obligan a reaccionar y pronunciarnos, a hacer conciencia y a invitar a otros que la hagan. Qué poderosa es la literatura y cuánta fuerza tiene el arte. Qué desgraciadamente real es el mundo, como dijo Borges en su texto sobre el tiempo. ¿Qué tienen que hacer los niños en las barcas que surcan la noche más noche, dondequiera que esta ocurra?

No lo sé, pero el niño de esta noche nos transforma. Nos sitúa en un momento dolorosamente eterno, en el que hemos vivido a la vez dos infinitos: el de la esperanza y el de la fatalidad. Al abolir la luz por completo, La noche más noche nos muestra su verdadero significado, su milagro, su extensión. Al abolir la luz un ángel de oscuridad terrible extiende las alas y nos despierta en un nuevo estadio del ser, en una paradójica iluminación.

Los autores de La noche más noche honran la inteligencia emocional de los niños -sus lectores destinatarios- con esta obra que no hurta belleza por ahorrar incomodidad o por disimular dolor. Un nuevo espacio ha sido creado para soñar y para pensar, para hacer y decir. Los dones de la oscuridad son misteriosos y de este viaje al centro de la noche todos volveremos renacidos.
Marí­a Garcí­a Esperón